Como bien dijo el telonero: Sé que no estais aquí para vernos a nosotros, pero si para ver a la mejor banda de rock del mundo.
A mis 47 años, nunca pensé que pasaria dos horas tan buenas.
De viaje desde las 6 de la mañana.En cola desde las 9.Apretados como sardinas en lata desde las 4 de la tarde. Una calo del carajo. Neveras volando, bocadillos volando, hielo volando.A las 7 pa' dentro, sorteando guardias de seguridad y 3 horitas de espera.Y a las 10 se abrió el infierno.
Entonces es cuando empezó el concierto y la locura.
Entre ostias y empujones pude hacer alguna que otra foto.
Es el precio que tuve que pagar para ver uno de los supuestos últimos conciertos del mejor grupo de rock del mundo.Mereció la pena.Seguro que mereció la pena.
